En la pequeña comunidad de Llimbe (Asunción) en Perú, las fuentes de agua se estaban secando. La población había crecido de 35 a 50 familias, y algunas de las familias estaban usando más agua de la que realmente necesitaban. Debido a esto, si vivías más arriba en la ladera, era posible que solo tuvieras agua durante una hora por día.
"En la temporada seca, el nivel de agua siempre disminuía," dice Fausto Cotrina, presidente de la Junta Administradora de los Servicios de Saneamiento (JASS) de la comunidad.
Llimbe necesitaba una solución que ayude a proteger sus recursos hídricos y a garantizar que todos en la comunidad tuvieran suficiente agua todos los días. La idea propuesta por la JASS fue instalar micromedidores a la conexión de agua de cada hogar. Los micromedidores medirían el uso de agua de una familia y garantizarían que se abastezcan de forma adecuada, fomentando así la conservación del agua y garantizando que las 50 familias de Llimbe tuvieran el agua que necesitaban.
Pero los miembros de la comunidad no estaban tan seguros.
"Fue difícil convencer a las familias de usar micromedidores", dice Fausto. "Las familias realmente temían que si poníamos micromedidores pagarían más por el agua."
La mayoría de las familias en Llimbe tienen pequeñas parcelas para cultivar y criar animales, y ganan aproximadamente $2 (dólares) por día. Su temor de pagar más tenía sentido, pero la JASS quería educarlos sobre cómo la conservación del agua y el establecimiento de una tarifa adecuada podrían impulsar su situación económica. Tendrían agua para regar sus cultivos y mejorar la producción, y a la vez mejorarían la salud y la higiene de sus familias al tener suficiente agua para beber y bañarse. Establecer una tarifa apropiada también aseguraría que su sistema de agua fuera sostenible a largo plazo al proporcionar dinero para reparaciones.
Llimbe tomó la decisión de votar, y aquellos a favor de instalar micrómetros ganaron.
Quince días más tarde, la instalación de los micromedidores se completó, y en el primer mes todos vieron el beneficio.
"Tuvimos una reunión comunitaria, y todos se dieron cuenta de cómo los micromedidores estaban afectando la cantidad de agua que estaban usando," dice Fausto. "Se sorprendieron de que, al usar micromedidores, estaban ahorrando agua y el suministro de agua era suficiente."
Por qué micromedición?
A veces las soluciones más simples son las mejores. Los micromedidores son baratos. Son accesibles globalmente. La gente entiende su propósito y son una de las claves para proporcionar un servicio de agua que alcanzará Cobertura Total Para Siempre.
En América Latina, Water For People solía apoyar el trabajo en sistemas de agua sin micromedición. A cada familia se les cobraría una tarifa fija por el consumo de agua, independientemente de la cantidad de agua que empleara. Esto generó una gran disparidad en el uso doméstico, y algunas familias usaron mucha más agua que la cubierta por la tarifa mensual, provocando recortes en los servicios de agua – de comunidades enteras – cuando los recursos hídricos se agotaron. Estaba claro que medir el uso era el camino por seguir.
Con micromedición, las familias se sienten incentivadas a usar solo el agua que necesitan, lo que promueve la conservación del agua, y ayuda en la administración de los recursos hídricos. Ellas pagan exactamente por lo que usan, proporcionando los recursos financieros necesarios para mantener un sistema de agua a largo plazo, ya que en algún momento necesitará reparaciones. Al promover la gestión de los recursos hídricos y la gestión financiera, estos diminutos medidores son una gran pieza para garantizar que el agua esté presente "Para Siempre."